En el vasto mundo del desarrollo de software, una de las prácticas más importantes es el testing. Aunque en la actualidad existen herramientas automáticas muy avanzadas para este fin, el testing manual sigue siendo una parte crucial del proceso de desarrollo.
El testing manual implica que un tester humano revise minuciosamente cada función, característica o aspecto de una aplicación de software sin la ayuda de herramientas automáticas. Este enfoque permite una evaluación más holística y una comprensión más profunda del producto, ya que el tester puede observar y experimentar directamente cómo se comporta la aplicación en diferentes situaciones.
A pesar del avance de las herramientas automáticas de testing, el testing manual sigue siendo una parte valiosa e indispensable del proceso de desarrollo de software. Ofrece una perspectiva única y complementaria que puede mejorar la calidad y la usabilidad de las aplicaciones. Sin embargo, es importante equilibrar el testing manual con otras formas de testing para garantizar una cobertura completa y eficiente del proceso de desarrollo.
Los testers manuales pueden identificar y abordar problemas no previstos de manera más efectiva, ya que pueden ajustar sus pruebas según las circunstancias.